INICIO. EL CONOCIMIENTO ES COMO UN VIAJE



Para los alumnos de la ESO

Surcamos un mar con mucho oleaje.... el viento norte sopla con demasiada fuerza, su zumbido nos eriza la piel....

El conocimiento es un viaje, es una aventura, y para avanzar en esta aventura necesitamos mapas. Este blog pretende ser un mapa dentro de una botella, cuya intención es ayudar a construir un lugar en el mundo, invitándote a explorar con el mapa rincones no comunes y, en determinadas ocasiones, a arriesgar saliendo de nuestra confortable "inmovilidad".




Para desenvolverse por este complejo laberinto-mundo intentando resolver los conflictos que vivimos a diario, para relacionarnos con nosotros mismos, con el entorno y con los demás desde la ética, la razón y los sentimientos ¡por qué no!, el instrumento más preciado es el conocimiento, éste debería ser crítico, abierto, superador de prejuicios y creencias falsas que nos envuelven. Para conseguirlo, aprenderemos a mirar con otros ojos para ver con más profundidad, para comprender y para abrirnos a lo diferente, a lo complejo y " a los Otros", para desvelar lo ocultado en islas lejanas, pero también lo invisibilizado a nuestro lado.

Posiblemente las estrellas saben que esos lugares parecen fantásticos, utópicos.... pero existen: están ocultos, son como la isla de Ítaca, hogar de juventud de Ulises, que simboliza la meta buscada, el encuentro con uno mismo y con los demás, después de mucha travesía, de aventuras, de trabajo, de risas y lágrimas...y también de experiencia compartida y conocimiento.

El viaje de un mapa dentro de una botella es un reto, ¡el oleaje y los fuertes vientos que apuntan en múltiples direcciones lo ponen difícil! Requiere, pues, constancia, ilusión y algunos "trucos" que permitan avanzar en las agitadas olas del mar o entre las aparentemente apacibles pero hipnóticas superficies reflectantes del océano. A veces es necesario detenerse para reflexionar, pero sólo lo justo.



La experiencia-sabiduría la conseguirás con esfuerzo, poco a poco, casi sin darte cuenta, pero no tengas prisa, aunque tengas tu ilusión puesta en la meta, procura disfrutar o, al menos, ser consciente de cada momento del viaje. Antes de lo que imaginas alcanzarás la isla de Ítaca, el lugar en el que tú y yo sabemos (nos lo han susurrado las estrellas), que no pesa la mochila, donde el cielo es luminoso y el aire huele a fresco.



El lugar indicado en el mapa de la botella está lejos, pero al final, cuando llegues, te habrás dado cuenta que has llegado más sabio, más humilde y más seguro de ti mismo, ese es el premio. Podría parecerte insignificante, pero seguro que es en realidad auténticamente valioso.
(Inspirado en la poesía de Kavafis El viaje a Ítaca)